martes, 29 de marzo de 2011

Más rapido, por favor.

De un tiempo a esta parte se están empezando a escuchar voces discordantes en el mundo de la moda. La inmediatez se está apoderando del sistema y ya se han dejado ver las primeras consecuencias. Internet ha cambiado el mundo tal y como lo conocíamos, y la proliferación de blogs (como este por ejemplo) ha hecho que las noticias dejen de serlo y todo sean opiniones carentes de reflexión, además del hecho de que, en muchas ocasiones, se han publicado como hechos reales simples rumores. Algo que debía ser positivo, en tanto que acercaba la información a todos, se está convirtiendo en un peligro.
En la actualidad, menos de una hora después de un desfile tenemos a nuestra disposición las fotografías y las crónicas, pero como dice Franca Sozzani es imposible que hayan podido reflexionar y ella cuando las lee es incapaz de entender cómo han podido llegar a esas conclusiones. Otro hecho a destacar es que, las actrices y demás celebrities aparecen en las alfombras rojas de todo el mundo con las prendas que llegarán a las tiendas la siguiente temporada (es decir, con seis meses de antelación). Por lo que las imágenes de las prendas aparecen por todas partes. Finalmente, muchas de esas prendas pueden encontrarse en algunas tiendas de moda rápida antes de que el propio diseñador las ofrezca en sus tiendas. El resultado es que cuando las prendas han llegado a las tiendas, ya son viejas y han tenido un desgaste visual que hace que no sean apetecibles.
Esto es lo que motivó a Tom Ford a prohibir las cámaras en su primer desfile de moda para mujer después de Gucci. No hubo cámaras, ni difusión del desfile en la red, ni prestó su ropa a actrices y revistas antes de febrero. No quería que la gente se cansase de la colección antes de poder comprarla. No quería vulgarizarla.
Pero no sólo encontramos la inmediatez en los desfiles. El año pasado Dolce &Gabanna anunciaron que iban a dejar de diseñar sus colecciones crucero, ya que, dicen, es impensable que con las nuevas colecciones en las tiendas aún por vender, se ofrezca a las clientas una nueva colección...y que antes de que les de tiempo a digerirla les estén ofreciendo la siguiente. Es un ritmo desaforado para las compradoras y los diseñadores. Las grandes corporaciones no hacen más que ofrecer colecciones, pre-colecciones, colecciones "cápsula", colaboraciones, reediciones... Una constante innovación que nadie es capaz de seguir: ni tiendas, ni compradores, ni diseñadores, ni las propias marcas. 
Lo que os acabo de exponer es un resumen de diversos artículos que han ido apareciendo en prensa en los últimos tiempos. Dado que la moda es un reflejo de la sociedad, todos deberíamos reflexionar y tomarnos las cosas con más calma.

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