viernes, 4 de marzo de 2011

De lo que hemos hecho en febrero

La verdad es que el mes de febrero es un mes raro: tenemos poco trabajo de tienda, pero sí mucho de gestiones, compras y organización. En definitiva, trabajo de tienda. Distinto al del resto del año, por eso me gusta.
Ya tenemos hechas las compras para la próxima temporada de O/I 2011 y hay muchas novedades respecto a inviernos anteriores. La moda es un reflejo de la sociedad y, tal como ya se adelanta este verano, muestra la alegría de vivir propia de sociedades, como la occidental, cansadas de tanta crisis. Hay un lujo comedido, no tan reflejado en el barroquismo imperante en las tendencias ochenteras, sino en la calidad de los materiales y en los patronajes muy trabajados. Hemos visto muchas colecciones y sólo hemos comprado las que se atienen a nuestros criterios de selección: calidad, calidad y calidad.
Para ello hemos estado en Copenhague, Barcelona, Madrid y Valencia, nuestra vecina capital cosmopolita. Este era el segundo año que íbamos a la feria de Copenhague y nos ha encantado. ¿Lo que más? el ambiente, la gente y esos estilismos que parece que no puedan funcionar, pero lo hacen. ¡Y cómo lo hacen! No siguen las tendencias, crean su propio estilo y eso es muy inspirador (otro día haré un post sólo de fotos, lo prometo). Me parece divertidísimo porque, aunque la moda es un modo de expersión, también es un juego. Tenemos que quitarnos el miedo a no ir bien combinadas de arriba a abajo. Debemos tener menos miedo a jugar con la ropa, al fin y al cabo ¿qué es lo peor que nos puede pasar? ¿no ir super combinadas o que haya algo en nuestro look que chirríe? Ojalá todos los problemas del mundo fueran esos. Creo que la consigna debe ser: ¡vamos a divertirnos! 
En las tres capitales de nuestro entorno hemos visto las colecciones base de la tienda -y vuestras preferidas. Pero además en Barcelona estuvimos comiendo en un restaurante muy chic, y la comida muy buena. Era el "Cornelia & Co." situado en el eixample de la ciudad condal, en el número 225 de la calle Valencia. Si queréis disfrutar de una agradable comida ese es vuestro sitio ya que el ambiente es acogedor y, además, también disponen de tienda de productos delicatessen, take away y ¡pastelería!. Los pasteles eran para comérselos todos, pero como eso no puede ser me conformé con una tarta de limón y merenge. Que a pesar de las apariencias resultó más ligera de lo que pensaba.
Y este ha sido un pequeño resumen de las cosas que nos ha deparado nuestro trabajo este mes. Espero que os haya parecido interesante, más que aburrido.


¡Saludos! 



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