Dibujitos de animales.

Parece ser que, este año, los diseñadores se han puesto de acuerdo para que vayamos mostrando sobre nuestros cuerpos dibujos que serían más propios de chicas de primaria, que de mujeres hechas y derechas. Sí, me estoy refiriendo a dibujitos de bambi, ositos o cualquier otro animalito que nos haga retroceder a nuestra infancia.

Es cierto que, a primera vista, puede parecer cursi, pero si tratamos de ver más allá tiene su gracia y un punto transgresor. Es decir, nos hemos colado en el kitsch. Si colecciones como la de Gucci o Balmain, que no están al alcance de cualquiera, representan mejor que nadie el espíritu del r'n'r hay algo que está cambiando. La moda es capaz de absorber todo, incluso aquello que surge como una contestación a su sistema. Por ello quizás lo que deberíamos hacer es todo lo contrario. Llenemos nuestros cuerpos de dibujos naif. No nos vistamos de negro y cuero, pongamos color en nuestros armarios.


Un modo diferente de vestir esa tendencia es la de mezclar las prendas con motivos con otras con un punto masculino, así perderán parte de la inocencia con que las asociamos. También puedes vestirlas en un vestido ceñido para darle un toque sexy. Tú decides cual es la opción más adecuada para tu ritmo de vida.

Por último, no olvidemos que la moda es diversión y no es necesario tomársela muy en serio, por eso no habría que darle más importancia al dibujo. Simplemente aceptar que por un instante el dibujo nos hizo sonreir. Esa sería una actitud que el punk aprobaría al 100%, al fin y al cabo ¿no eran ellos quienes se reían de todo?