domingo, 19 de junio de 2011

Mis sandalias doradas.

Hace años me compré unas sandalias doradas, recuerdo que lo hice porque las "necesitaba". Claro, pensaréis, es un poco exagerada. Pero el tiempo me ha acabado dando la razón: ¡me las pongo para todo!




Las mias las elegí planas, de este modo puedo llevarlas durante todo el día, y no me refiero sólo a la comodidad, sino al hecho de que me siento más cómoda llevando esos brillos sin tacón a las 9 de la mañana. 
Para mi día a día, me gusta combinarlas con un vestidito vaquero, un cinturón y un gran bolso en el que guardar todo lo que quiera. Con las sandalias le das un toque chic a alguna prenda muy informal.
Desde luego también las utilizo con negro. Es elegante y un comodín muy recurrente. Esa es mi elección cuando me levanto y no sé que ponerme. Con pantalón y blusa negra, o vestido negro, me siento cómoda y, al mismo tiempo, voy bien vestida para trabajar. Si luego tengo alguna cena o algo ya no necesito cambiarme. Sé que no es un color muy veraniego, pero ¿qué le voy a hacer si me gustan los tono oscuros?



Últimamente estoy combinando el dorado con las rayas marineras y el azul marino ¡me encanta el aire capitán de barco que le da! Me siento como una moderna dama de Saint Tropez pero en Benicasim.
Con el tiempo le he ido perdiendo el miedo a combinar el dorado y, a cada nueva combinación, descubro que todas quedan bien.  Mirad, tengo una blusa naranja que en la parte delantera hace unos pliegues que dan forma de gran lazo. La blusa es de seda y, por tanto, viste mucho para combinarla con el dorado -y que no parezca que me voy de boda- la utilizo con unos shorts vaqueros y mis sandalias doradas. Esta combinación que, a priori, puede parecer muy puesta es perfecta para los días en que salgo de casa por la mañana y no vuelvo hasta pasada la cena. Evidentemente, comprendo que algunas no podéis utilizar prendas de denim para trabajar, pero cambiando el short vaquero por unas bermudas anchas hasta la rodilla -justo por encima- obtendréis el mismo resultado.
Podría escribir más combinaciones con dorado pero creo que voy a parar. Lo que quiero es que os animéis y os deis cuenta de que es menos arriesgado de lo que parece. A mi siempre me funciona.
Así que ya sabéis si no las tenéis corred a vuestra zapatería favorita y haceros con unas. Por supuesto, luego venid a la tienda que tengo infinidad de conjuntos que casarán estupendamente con vuestras sandalias nuevas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario